REVISIÖN Y ADAPTACIONES: Pablo Silva Basantes
El siguiente ejercicio de Lectura Avanzada o compleja, toma el primer capítulo (10 páginas) del libro de Daniel Goleman titulado “Inteligencia Ecológica”[1] y recurre a las operaciones psicolongüísticas propias del nivel precategorial para identificar las relaciones que se dan en un ENSAYO compuesto por una idea Tesis a defender, unos Argumentos que la demuestran así como subargumentos que le dan a su vez más solidez al argumento y, finalmente unas ideas Derivadas o conclusiones que se deducen de la argumentación. La estructura de pensamientos precategoriales se grafica con un mentefacto. [2]
TESIS: [[ La regla básica de los negocios en el siglo pasado, lo barato es mejor, está empezando a ser complementada, y en ocasiones sustituida, por un nuevo mandato del éxito: lo sustentable es mejor, lo más saludable es mejor y lo más humano es mejor. ]]
A1. La actividad humana se ha convertido en la principal causante de la crisis que afecta al planeta Tierra y a sus habitantes.
A1.1. Es claro que todos participamos en actividades que, de manera inexorable, ponen en peligro el nicho ecológico que alberga a la vida humana. El impulso de la inercia de nuestras acciones pasadas continuará durante décadas o incluso siglos, pues todos los productos químicos tóxicos que se infiltran en el agua y el suelo, así como la acumulación de gases de invernadero seguirán cobrando una cuota durante años y años.
A1.2. Nuestro mundo de abundancia material tiene un precio oculto. No podemos saber en qué medida las cosas que compramos y usamos conllevan otros costos, el daño que le causan al planeta, sus efectos para la salud de los consumidores y sobre las personas cuyo trabajo hace posible nuestra comodidad y satisfacción de necesidades.
A.1.3. Se sabe que cada una de las cosas que adquirimos tiene su propia historia y su propio futuro, la parte de la historia anterior a nosotros en gran parte oculta a nuestra vista una inmensa red de impactos abandonados a lo largo del camino desde la extracción inicial o la mezcla de sus ingredientes, durante la fabricación y el transporte, a través de las sutiles consecuencias de su empleo en nuestros hogares y lugares de trabajo hasta el momento en que nos deshacemos de ellas.
A2. Nuestras tecnologías de fabricación y los proceso químicos que intervienen en las mismas fueron en su mayor parte elegidos en tiempos más inocentes, en una época en que tanto los compradores como los ingenieros industriales podían darse el lujo de ignorar o prestar muy poca atención a los efectos adversos de lo que se fabricaba.
A2.1. En los siglos XIX y XX, todos se sentían comprensiblemente complacidos de los beneficios de la industrialización. Electricidad generada a través de la combustión de carbón, en cantidades suficientes para durar siglos y siglos; plásticos baratos y maleables de un mar de petróleo en apariencia interminable; un verdadero tesoro de compuestos químicos sintéticos, polvo de plomo casi regalado para dar mayor brillo y vivacidad a las pinturas. Nuestros antecesores no tenían ni la menor idea del costo que todos esos productos bien intencionados tendrían para nuestro planeta y sus habitantes. En el ambiente de negocios del pasado los productos y procesos químicos industriales que seguimos utilizando hoy en día resultaban lógicos y tenían sentido, pero muchos de ellos han dejado ya de tenerlo.
A2.2. En todo el mundo nuestros hábitos de consumo están generando un déficit ecológico a una velocidad sin paralelo en la historia de la humanidad, lo cual se busca contrarrestar con la ecología industrial.
DF1. Ecología industrial: disciplina que nació en 1997 y que se dedica a efectuar el análisis para cuantificar el efecto que tienen los productos fabricados por el hombre sobre la naturaleza integrando la química, la física y la ingeniería con la ecología. Incluye aspectos tan diversos como el cálculo de las emisiones de CO2 de todos los procesos industriales o el análisis de flujo global de fósforo, hasta la manera en que el sistema de etiquetas electrónicas puede optimizar el reciclaje de la basura y las consecuencias ecológicas del auge de los baños de lujo en Dinamarca.
A3. En el siglo XXI ya es imposible desconocer las investigaciones sobre el cerebro y la neurociencia que estudian las decisiones de compra y nos dicen por qué las reacciones emocionales de los consumidores a los efectos ecológicos de los productos deben ser tenidas en cuenta, pues son importantes para las ventas.
A3.1. En el ámbito emocional, para que el negocio sea bueno, es preciso tener buenas relaciones, así que los vendedores, al mostrarse preocupados por la ecología hacen que sus clientes sientan que también se preocupan por ellos.
A3.2. La mayor coincidencia de los valores de los consumidores con sus decisiones de compra hará que la lucha por conseguir una ventaja competitiva sea más encarnizada y se convierta en una oportunidad financiera más sólida y prometedora que nuestras actuales estrategias “verdes” de mercadotecnia.
DF2. A medida que el conocimiento producido por la ecología industrial llegue a nuestras manos, entraremos en la era de la transparencia radical. La transparencia radical introducirá una claridad en cuanto a las consecuencias de las cosas que hacemos, vendemos, compramos y descartamos que se vaya más allá de lo que muchos negocios hoy en día consideran aceptable y cómodo. Le dará una nueva forma al ámbito mercadotécnico que hará posible la mejor recepción de la enorme variedad de tecnologías y productos más limpios y ecológicos que están ahora en fase de investigación y creará un incentivo mucho más grande para que todo el mundo se decida a comprarlos.
A4. La solución a la actual crisis ambiental estriba en incrementar nuestra inteligencia ecológica, la comprensión colectiva de los efectos ecológicos ocultos y nuestra determinación para mejorarlos, poniendo a disposición de los consumidores la información relativa a los efectos que tienen los productos.
A4.1. Juntos podemos actuar de manera más inteligente con respecto a los efectos ecológicos de nuestra manera de vivir y cómo la inteligencia ecológica aunada a la transparencia del mercado, pueden crear un mecanismo de cambio positivo.
D1. Los consumidores y las empresas, al tomar sus decisiones de compra y producción, no pueden seguir dándose el lujo de no examinar a fondo las consecuencias ecológicas relativas a sus productos y procesos.
D2. Si el conocimiento que hoy en día es propiedad exclusiva de especialistas como los ecologistas industriales, estuviera a disposición de todo el mundo: si se les enseñara a los niños en la escuela, si pudiéramos tener fácil acceso al mismo a través de la Internet, reducido a evaluaciones fáciles de entender de las cosas que compramos y hacemos, si pudiéramos tener un resumen cuando estamos a punto de comprar algo, estaríamos incrementando nuestra inteligencia ecológica. Una vez que conozcamos los verdaderos efectos de nuestras decisiones de compra, podremos utilizar dicha información para acelerar el ritmo de los cambios y usarlos para bien.
D3. Si conocemos mejor los efectos que tienen los objetos que utilizamos y aprovechamos dicho conocimiento para orientar nuestras decisiones de compra, tendremos mayor poder para influir en el mundo del comercio y la industria, beneficiando al futuro al fortalecer nuestra voluntad colectiva de proteger al planeta y a sus habitantes de los daños involuntarios del comercio.
D4. En la medida en que podamos basar nuestras decisiones en información completa y exacta, el poder se transfiere de los que venden a los que compran, ya sea que se trate de un ama de casa en el mercado, del encargado de compras de una empresa o institución o del gerente de una marca, podemos convertirnos en los arquitectos de nuestro destino y dejar de ser víctimas pasivas. Por el simple hecho de ir a la tienda, podemos elegir bienes y servicios con con-ciencia ecológica. La elección informada impondrá nuevas exigencias a los ingenieros, químicos e inventores actuales.
D5.La agudización de la inteligencia ecológica propiciará cambios positivos en los procesos industriales utilizados para fabricar todos los artículos que compramos. Con mayor inteligencia ecológica, las empresas verían con mayor claridad la ventaja competitiva que ofrecerían las mejoras ecológicas mucho más profundas que las que se consideran normales hoy en día.
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Las ventajas de poseer esta competencia lectora estriban en la facilidad para comprehender los argumentos que plantean los autores al sustentar sus ideas nuevas o hipótesis a demostrar así como la facilidad para exponer a otros las propias hipótesis, propuestas de innovación, defensa de pensamientos mediante relaciones nítidas, de impacto cognitivo y emocional para convencer al lector o al escucha de la bondad, importancia y trascendencia de nuestras ideas.
El autor presenta la obra en más de 300 páginas, en las que sostiene TESIS muy importantes acerca de varios aspectos del tema. Le sugiero identificar las relacionadas con el “reciclaje” porque todos necesitamos transformar nuestras concepciones mentales sobre el medio ambiente y contribuir de modo más inteligente a sostener un planeta vivible para nuestros descendientes.
¡Muchas gracias!
NOTA: escríbanos sus comentarios acerca de:
¿Aprendió usted en su colegio a leer estructuras?
¿Los estudiantes de su país son formados para leer a este nivel?
¿Qué pasaría para la democracia si los políticos presentaran sus Tesis para argumentar sus planes de gobierno?
¿puede hacer una estructura de ideas para defender o demostrar la invalidez (contraargumentar) de la siguiente tesis: [[Por más virtuoso que sea el reciclaje, y sin duda es mejor que nada, dista mucho de ser suficiente para remediar la situación actual del planeta]].
[1] GOLEMAN, Daniel. Inteligencia Ecológica. Editorial Vergara. México 2009
[2] El mentefacto precategorial o argumental es una representación gráfica de pensamientos relacionados lógicamente, que presentan un cuerpo estructurado de ideas, ideas que defienden una tesis y derivan unas conclusiones.